28.01.2016 10:28

Entrevista a Helen Keller, catedrática de la U. Anáhuac.

CIUDAD DE MÉXICO, jueves 28 de enero del 2016.- Doctora en Comunicación Aplicada y Estudios sobre Comunicación y Medios Helen Keller ha sido docente en la Universidad Anáhuac por 19 años, aterrorizando a muchos estudiantes y formando a muchos más. Desde principios de 2015 es ella la encargada de la comunicación institucional. A lo largo de su vida ha trabajado en el ámbito de la comunicación por lo que sus clases siempre son muy practicas y dinámicas.

Sus estudios y su experiencia en la Universidad Anáhuac la hicieron la candidata ideal para revivir las cuentas de redes sociales de la Facultad de Comunicación, ya que éstas eran irrelevantes entre los estudiantes. A partir de que ella tomara las riendas de ellas, aumentó el número de internautas que interactúan con la Facultad de Comunicación en la red.

Cuestionario:

“Significa estar en un lugar de trabajo con gente padre, con compañeros, con alumnos; que puedo desarrollarme sin ningún problema. Que me respetan, respeto y puedo ser plena.”

Entrevistador (E): ¿Desde cuándo labora en la Universidad Anáhuac?

Helen Keller (HK): “Yo laboro desde hace poquito aquí desde hace 19 años
Hasta julio era sólo mente docente y a partir de julio estoy como coordinadora de comunicación institucional de la facultad de comunicación”

E: ¿En qué consiste su trabajo dentro de la Universidad?

HK: “En ver todo lo que es la comunicación interna llevar las redes sociales ser el contacto con diseño y ver todos los eventos que se vayan hacer en la comunicación.”

E: ¿En qué consisten sus nuevas funciones?

HK: “Yo soy la Community manager, yo soy la encargada de todo eso. He revivido la página de comunicación. “

E: ¿Qué significa para usted trabajar en la Universidad Anáhuac?

HK: “Significa estar en un lugar de trabajo con gente padre, con compañeros, con alumnos; que puedo desarrollarme si ningún problema. Que me respetan, respeto y puedo ser plena. “

“Pues los impacta mi forma de ser por algo me dicen la killer.”

E: ¿Y el contacto con los alumnos? ¿Tienes alguna relación especial con los alumnos?

HK: Es la base como trabajas en una escuela y no tienes contacto con los alumnos; ellos son como el motor.
Mi relación con ellos simplemente es de maestro-alumno; a veces, como parte de mi trabajo, tengo tutoreadas pero o hasta ahí.

E: ¿Qué impacta a los alumnos de tu trabajo?

HK: Pues los impacta mi forma de ser; por algo me dicen la killer.

E: ¿Tienes alguna anécdota que nos quieras compartir?

HK: Tengo un hijo viviendo en Israel al cual fue a visitarlo un amigo suyo y a éste le tocó meter materias; Al terminar de dar de alta su horarío, comenzó a gritar: "Me toca con la perra desgraciada. No quiero tener clases con ella. Me han dicho que es de lo peor." Entonces mi hijo le preguntó con quien había metido la materia. Él le contestó: "Helen Keller, una perra desgraciada." Y mi hijo muy tranquilo le responde: "Ah, es mi mama".

El primer día de clases paso lista y cuando llego al nombre de este muchacho, le digo: “Ya me contó mi hijo lo que dijiste de mi, nada mas cuídate.” Temblaba y se moría de miedo. Terminó el primer semestre pasó la primera materia y volvió meter el resto las materias quedaban conmigo.

E: ¿Qué significo trabajar con el padre Quirce? ¿Qué opinión te merece el proceso que tuvo?

HK: Directamente yo no trabajo con él pero se refleja en el trabajo de todas las facultades y cada uno de nosotros que somos una parte importante de cada facultad entonces pienso que fue una buena guía pero así marcan los estatutos y pues no nos va a ir mal con el otro padre

E: ¿Qué mejorarías de la Anáhuac?

HK: Uno la comunicación y demasiado burocratismo en la cuestión de comunicación institucional si yo quiero sacar un póster tengo que mandarlo hacer lo tiene que autorizar todos luego lo mandan al padre rectoría luego regresa y en eso se va mucho tiempo y por eso los pósters tardado en tanto en llegar a los pasillos.

E: Bueno Helen, muchas gracias por tu tiempo y por esta entrevista.

HK: No hay ningún problema, el gusto fue mío.