Brady-Manning XVII: ¡Presión! ¡Presión! ¡Presión!

El silencio es total en el Sports Authority Field, quedan catorce segundos del juego de campeonato por el título de la AFC y uno de los dos boletos al Súper Bowl 50. Los Patriotas de Nueva Inglaterra acaban de meter el touchdown que los puede emparejar en el marcador. Los Broncos de Denver tienen que de detener esta última jugada si quieren ganar.  Dos puntos es lo que separa a Tom Brady de defender su corona y a Payton Manning de la oportunidad de luchar por retirarse en la cima.  El último encuentro entre los dos quarterbacks más importantes del tercer milenio y las expectativas no podrían ser más altas.

Durante años, en el fútbol americano, se habló de que las defensivas eran las que ganaban campeonatos. Una buena ofensiva podría hacerte ganar muchos juegos, pero si no tenías una defensiva que inspirara terror en el corazón contrario tu causa jamás triunfaría en el escenario deportivo más grande. Roger Staubach tenía a la “Doomsday Defense” con Randy White, Terry Bradshaw a la Cortina de Acero encabezada por “Mean” Joe Green y  Walter Payton a los  Monstruos del Midway pero con la llegada de la década de los 2000 y la apertura del juego aéreo, las ofensivas se volvieron tan explosivas que dejo de importar si tu defensiva podía hacer el trabajo de detener al otro equipo pues en unas cuantas jugadas podrías empatar e incluso darle la vuelta al marcador. Es en esta era que la primera selección de 1998 y la selección número 199 del año 2000 crecerían para convertirse en dos de las leyendas más grandes de todos los tiempos.

Conforme los nombres de Manning y Brady se fueron haciendo más y más grandes como la cabeza y el corazón del deporte, los marcadores se fueron abultando y el interés por construir buenas defensivas fue quedando en el pasado. Esta tendencia quedó confirmada el 4 de Febrero del 2007 cuando la poderosa defensiva de los Osos de Chicago cayó ante la maquinaria ofensiva de los Colts que comandaba Manning. A partir de ese momento todos los equipos iniciaron una “carrera armamentista” para montar ofensivas similares tratando de emular ese éxito. La defensiva era cosa del pasado. No importó que al año siguiente Brady perdiera la oportunidad de coronase como campeón invicto a manos de un equipo inferior pero con una defensiva destructora. La idea de que la nueva forma de ser campeón era a través de la ofensiva siguió permeando como la corriente de pensamiento principal en el mundo del ovoide.

Con la entrada de la segunda década del siglo XXI, la necesidad de detener estas ofensivas cada vez más rápidas y efectivas los entrenadores optaron por volver a armar sus equipos a partir de defensivas sólidas y nacieron  nuevas potencias: Seattle, Carolina, Arizona y San Francisco.

Regresar al estilo “vintage” de jugar poco a poco fue ganando terreno pero la mayoría seguía considerando mayor la importancia de una ofensiva capaz de anotar muchos puntos hasta que Payton Manning volvió a presidir en el escenario más grande otro cambio de estilo al perder de manera humillante contra los Seahawks un equipo de una calidad defensiva inigualable. Esto inicio el regreso de las defensivas dominantes incluso en los equipos comandados por Brady y Manning.

El día 24 de enero de 2016, quizás se enfrentáron por última vez las míticas figuras que dominaron el olimpo deportivo de la década pasada, pero el espectáculo no fueron ellos. El equipo de Denver ya había probado de primera mano la amargura de no tener una buena defensiva como pieza clave, Patriotas por el otro lado, las mieles de tenerla. El juego empezó con la defensiva anaranjada poniendo presión por el centro, apostando por detener a Brady y el juego terrestre en lugar de detener a sus receptores.

El juego empezó como un estira y jala entre los dos equipos, cada una de las defensas buscando aprovechar los errores del rival. Denver deteniendo a Brady para darle a su quarterback la mejor posición de campo, cosa que Manning aprovecho para lanzar dos pases para touchdown y ponerse adelante en el marcador. Más adelante la defensiva de Belichick mostro la preparación técnica al recuperar un balón y darle la oportunidad a su equipo de comenzar a acercarse. El resto del juego se cerró, ningún equipo parecía poder retomar la iniciativa,  la presión sobre los mariscales estaba a la orden del día. Durante una serie Denver logro romper la linea enemiga y comenzar a avanzar con su juego terrestre, cambiando el panorama del enfrentamiento y tomando una segura delantera.

Al llegar los últimos minutos del último cuarto, Patriotas sintiéndose acorralados comenzaron a pisar el acelerador y por cuatro ocasiones consecutivas se vieron obligados a jugársela en cuarto down. Tres veces la defensa de Denver fue capaz de parar pero en el último intento la magia del brazo de Tom y la fuerza bruta de Gronk fueron demasiado.

 Catorce segundos para que termine el juego. Marcador de 18-20 favor los Broncos. Una jugada para definir el futuro. ¿Quién podrá más? Brady saca el balón y  la presión de Miller y Ware es demasiada, no le dan tiempo de pensar dos veces y suelta el balón. El perímetro naranja ve como vuela el balón mientras una mano salvadora lo logra desviar y cae en las manos del cornerback. Los gritos de la afición se escuchan a kilómetros del estadio. ¡Denver va al Super Bowl 50! Gracias a la defensiva que se comprometieron construir.

El 7 de febrero del 2016 pudimos ver como la defensiva de Denver, dominando por completo a Cam Newton logró coronarse como la más poderosa de la NFL.